Oh Cristo, nuestra será la corona,
si somos incorruptibles.
Permanece en la sana doctrina,
y tendrás la Santidad que nos hace inconmovibles.
El gozo de llevar almas
a los pies de Cristo,
es la corona que se fundamenta,
en evangelizar con la revelación del Santo Espíritu.
La venida del Señor,
espera anhelante su Iglesia.
Guárdate siempre en el amor;
y no habrá ladrón en la noche, que usurpe tu corona de Justicia.
La corona de Gloria,
es concedida por el Príncipe de los pastores.
El pastor que en el Señor se gloría,
ha de ser ejemplo de la Palabra ; y enseñar la Vida Eterna en sus predicaciones.
Los inmolados
recibirán la corona de Vida:
serán bienaventurados,
al ser perseguidos hasta la muerte; por ser siervos del Señor, y creer en su Trono de Gracia.
Paz de Cristo.
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