Los sacrificios en Cristo,
son el espíritu quebrantado.
Si descubres en la Palabra el Eterno propósito,
habrá sido en tu corazón el Espíritu Santo derramado.
La piedra que desecharon los edificadores,
vino a ser cabeza del ángulo.
Oh Cristo, nunca hubo tantos malhechores,
en los que la opacidad espiritual fuera tan necio obstáculo.
Proclamad un perdón,
que ocupe cada rincón del Universo.
La circuncisión espiritual del corazón,
manifiesta, oh Señor, los sacrificios del quebrantamiento.
A través del conocimiento de la Palabra,
descubriste tu adulterado entendimiento.
El fiel de la balanza,
dio el peso preciso de tu insolente desgobierno.
Oh Señor, el invisible aire que respiro,
me lleva a buscar tu adoración.
Y el poder contemplar el prodigio de lo creado,
quebranta mi corazón.
Oh Señor Jesucristo, has cautivado nuestra alma,
ofreciéndonos tu Paraíso.
Desde el Trono de la Gracia, el Señor nos ama.
Y hay libertad en el Nombre de Jesús, para expiar nuestras culpas en el Lugar Santísimo.
Paz de Cristo
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