La Palabra viva es la Faz de Cristo,
y su desbordante Magnificencia.
Corta con el doble filo del Espíritu,
para dejar la huella indeleble de su Excelencia
Su profunda incisión,
penetra punzante en tu existencia;
y faculta al corazón,
oh Señor, a rendirte reverencia.
Oh Cristo, siempre sabes,
si hay sombra de duda;
porque ahondas en la fe,
y el resplandor de tu Luz, el alma desnuda.
Oh Señor Jesucristo,
de tu Universo son todas las estrellas: su rodilla doblan,
en señal de adoración;
y desde su ignota Galaxia, tu Presencia alaban.
Oh Rey de la Gloria,
todas las almas confesarán; y serán ovejas o cabritos:
unas para Vida Eterna,
y otras para oscuros abismos.
Paz de Cristo
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