Escucha la Palabra,
armonízala con tus vicisitudes;
y de esta sabia manera,
edifica tus oraciones.
Caminas por encrucijadas peligrosas.
El maligno es tu asechanza continua,
no des lugar a más contiendas;
porque el Señor, vino para dar Santidad a su Iglesia.
no des lugar a más contiendas;
porque el Señor, vino para dar Santidad a su Iglesia.
En la Gloria, no hay sinsentidos.
Su perfección desciende,
para hacer discípulos,
en la tiniebla irreverente.
El poder de la Verdad,
se guarda en el Santísimo Cielo:
sus oraciones de Eternidad,
fueron derramadas sobre el Tabernáculo, y rasgaron de Gracia el preciado velo.
Oh Señor Jesús, oraste sin cesar en Getsemaní.
y sudaste gotas de sangre;
porque habías de ser crucificado, para justificar y redimir
al pecador, que con quebrantamiento se arrepiente.
Paz de Cristo
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