- Oh Cristo Redentor,
- la verdad de tu sacrificio en la cruz del Calvario,
- fue la gloriosa manifestación de amor,
- que descendió del eterno santuario.
- Oh Cordero inmolado,
- de tu majestuosa sangre derramada en el madero, emanaba el inconmensurable resplandor de tu sobrenatural gracia.
- Porque tu obra redentora habías consumado;
- para que el que tenga sed, beba de tu agua excelsa.
- Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo,
- de nada vale vivir en la seudoespiritual penumbra.
- ¿O es qué piensas que puedes burlar al Santo Espíritu?
- En la búsqueda denodada de tu rostro, oh Señor, están lo fieles heraldos que predican con gran celo la Sagrada Palabra.
- Jesús, dijo: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
- Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
- Y será a tu hijo bienaventurado,
- oh Rey de la gloría, al que le sustenten tus invulnerables mimbres.
- Jesús, asevera: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
- Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
- Oh gran Yo Soy, el ser humano no ha logrado entender, que en su penumbra está el hedor del lodo nauseabundo.
- Pero por la infinita misericordia del Sumo Hacedor, aún podéis acercaros al trono de la gracia, para que vuestra alma santifiquéis.
- Paz de Cristo
sábado, 30 de octubre de 2021
EL QUE VIVE EN LA PENUMBRA, FINGE EN CRISTO
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