- Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
- Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
- Oh mi Cristo, únicamente el bautismo en tu nombre, transforma al ser humano en una nueva criatura;
- porque con su arrepentimiento y el perdón de los pecados, al viejo hombre irremisiblemente sepultó.
- Jesús dio lectura al libro de Isaías, diciendo; El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar la libertad a los cautivos, y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.
- Y Jesús, añadió: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
- Oh Santo de Israel, todos tus prodigios revierten en la impía humanidad por tu sublime amor.
- Y testificaremos en tu nombre, oh Rey de reyes, los heraldos que a tu mies hemos sido enviados.
- Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creido en él; Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
- La omnipresencia de Dios no lleva a toda verdad, al sernos concernida su revelación por el Santo Espíritu.
- Oh Sumo Alfarero, Tú moldeaste al vaso de honra, y lo ceñiste con la invulnerabilidad de tus mimbres;
- y fue persuadido aun hasta con los precisos silencios del Sagrado Escrito.
- La Biblia enseña: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
- Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- Tú venciste con tu muerte de cruz, al imperio que nos infligia pavor ignominiosamente.
- La Biblia asevera: Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era debil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
- Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
- Oh Hijo del Hombre, Tú eres el Dios Eterno,
- por ser uno y único.
- Paz de Cristo
lunes, 4 de octubre de 2021
HEBREOS 10:19-23 EN CRISTO
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