DESDE LA ETERNIDAD Y HASTA LA ETERNIDAD EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• Tú escogiste a tu amada Iglesia antes de la fundación del mundo. 
• Y ha sido guardada desde la eternidad y hasta la eternidad por el Santo Espíritu, 
• para ser arrebatada a la gloria del Señor, en el sobrenatural misterio del cielo encriptado en lo más profundo.
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• La Biblia dice: El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. 
• Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
• Oh Alto y Sublime, a tus fieles heraldos los ampararás,
• para que perseveren en adoctrinar a toda criatura, hasta lo último de la tierra, el Evangelio de la gracia.
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• Oh Sumo Alfarero, nos has moldeado en tu rueda, 
• para ser hijos engendrados por tu Santo Espíritu. 
• Y como al oro, oh Señor, en el crisol tu excelsa diestra nos prueba, 
• para que por el camino angosto, rindamos obediencia al Sagrado Escrito. 
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• Regocijaos en su invocación, 
• todos los siervos que estáis postrados a los pies del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
• Y exaltad al Santo en piadosa adoración; al que
•  estuvo muerto y ahora vive por el siglo.
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• Oh gran Dios, desde tu santuario eterno, 
• nos has dado vida.
• Y has visto crecer nuestros huesos en el vientre materno; 
• para ser del grandioso arrebatamiento de tu perfecta Iglesia, con la santidad del alma desmedida. 
•                        Paz de Cristo