TU VERDAD ES INMUNDA, SINO ESTÁS EN CRISTO

• Jesús, dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
• Si me conocieseis, también a mi Padre coneceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto. 
• Oh Alfa y Omega, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
• Y es que, al que cree; ante la más grandes tinieblas, podrá ver la majestuosa luz de Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• ¿quiénes no han creido con el corazón contrito y humillado, en tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario?
• No son, sino los fatuos profanos, que no pueden entender la sobrenatural gloria de tu inconmensurable amor,
• que inmarcesible se erige en el eterno santuario. 
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• Oh Sumo Alfarero, 
• a todos los vasos de barro que has moldeado en tu rueda, les has concernido individualmente una misión inescrutable.
• Y será en el juicio del día postrero, 
• cuando sabrán si son de salvación o condenación, al pesar sus corazones con tu balanza inefable. 
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• Oh Santo de Israel, 
• Tú conoces al fariseo hipocrita, que en su fingimiento llama a lo dulce, amargo; y a lo amargo, dulce.
• Al que, vencido por el maligno, es un apóstata de la fe;
• y piensa que su camino es recto; pero es el camino, que a la muerte le conduce.
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• Oh Soberano Señor Jesucristo, 
• tus preceptos bíblicos son meridianos, aun para el de más obscena conducta.
• Sin embargo, para el que tiene una falsa verdad en su espíritu;
• Dios le ha dado una conciencia, que le redargűirá su acción abyecta.
•                    Paz de Cristo