- Oh mi Cristo,
- el olor fragante emana de la perfecta sazón de gloria.
- Y nos muestra la verdad del Santo Espíritu,
- para hacerse manifiesto el celestial poder de la sobrenatural victoria.
- Oh Soberano Redentor,
- en tu inmolación en la cruz del Calvario, se visibiliza la inconmensurable obediencia.
- Nadie, sino Tú, oh Sumo Salvador,
- podrá regenerar al ser humano con un nuevo nacimiento, tornando su alma en excelencia.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público diste cumplimiento taxativo a la Sagrada profecía.
- Y por ser, oh Señor, el autor y consumador de la fe;
- fue tu gozo la fortaleza, del que en tu majestuoso nombre se gloría.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- de forma precisa y preciosa nos exhortas a guardar tu Sagrada Palabra.
- Y persistes en la eterna transcendencia de tus gloriosos favores;
- porque tu amada Iglesia, será en breve arrebatada.
- La Biblia dice: Por lo cual, levantad las manos caidas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
- Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Oh gran Yo Soy, la obediencia a tu Sagrada Escritura, definirá meridianamente al bienaventurado.
- Pero de toda cosa guardada, guardarás tu corazón; y será indispensable condición, revestir siempre nuestro espíritu, alma y cuerpo con las blancas vestiduras del amor.
- Paz de Cristo
sábado, 2 de octubre de 2021
EN EL PUNTO PERFECTO DE SAZÓN ARREBATARÁS A TU AMADA IGLESIA, OH CRISTO
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