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martes, 26 de octubre de 2021

PROVERBIOS 4:18,19 EN CRISTO

  • Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. 
  • El camino de los impíos es como la obscuridad; no saben en que tropiezan.
  • Oh mi Cristo, a tus misericordias y favores he de estar asido, 
  • porque de toda impiedad me preservan.
  •  
  • La Biblia dice: Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. 
  • No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. 
  • Oh Santo de Israel, el fin de todos nuestros anhelos son tus eternas bendiciones,
  • que descienden del sobrenatural cielo.
  •  
  • La Biblia enseña: Porque: El que quiere amar la vida y ver buenos días, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.
  • Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 
  • Oh Rey de reyes, nada es más pernicioso que hacer resistencia a la Sagrada Palabra, en el necio intento de doblegarla;
  • no teniendo en cuenta, que el  propósito para la cuál fue enviada siempre se cumplirá. 

  • La Biblia enfatiza: Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. 
  • Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos.
  • Oh Altísimo Señor, tus santísimas huellas son indelebles, y son la señal de gloria del camino garante,
  • para que tus siervos sean perfectos. 

  • Jesús, asevera: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 
  • Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
  • Oh Alfa y Omega, irreprensibles han de ser tus consagrados discípulos,
  • para consumar el paso último de la gloriosa senda.
  •                     Paz de Cristo 

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