- ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
- Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
- Oh Cristo Jesús, en la severidad de tus palabras, existe una absoluta connivencia del ser humano con el maligno; pronunciando blasfemias infundadas al Soberano Dios de la gloría; queriendo enmendar la plana,
- al Alto y Sublime que habita la eternidad, y que es el autor de la vida.
- Oh Cristo Redentor,
- la mente alienada del ser humano, le hace deambular por la errática senda.
- Y el impío, propio de su nefanda conducta, muestra una vil indiferencia , oh Cordero inmolado, por tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario, que ha dado redención también al abyecto; que nunca creyó en tu amor,
- como la más sagrada ofrenda.
- Jesús, dijo: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
- Pero hay algunos de vosotros que no creen.
- Tu presencia, oh Señor, nos hace llamados, para ponernos en sobreaviso de nuestra perniciosa caida;
- pero nuestro endurecido corazón los obvia, haciendo de ellos absoluto desdén.
- La Biblia enseña: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
- Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar; y que comáis pan de dolores; porque a su amado dará Dios el sueño.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, no obedece al siervo perfecto, el desmán de su cretinez desvariada;
- porque de la obra maestra, Tú eres el único dueño.
- Jesús, constata: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- Oh Santo de Israel, no es, sino desde la revelación de tu majestuoso nombre, donde el genuino siervo, interioriza el poderte amar;
- porque ha desestimado totalmente el fango en el que estuvo, para ser un alma, oh Rey de reyes, por tu gracia consagrada.
- Paz de Cristo
viernes, 8 de octubre de 2021
JUAN 8:43,44 EN CRISTO
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