LA OBSCENIDAD, ANATEMA EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• viniste a por los perdidos en su más perniciosa obscenidad. 
• Y por la infinita gracia del Santo Espíritu, 
• les fue revelada la santísima verdad. 
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• Jesús, dijo: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 
• Pero hay algunos de vosotros que no creen. 
• En la concupiscencia del alma; no es posible la pureza, sino la que por Dios le sea sobrevenida;
• y que, prodigiosamente los disolutos, del cielo reciben.
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• La Biblia dice: Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 
• Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 
• Oh Sumo Hacedor, en tu excelsa diestra, los nombres de tus genuinos siervos están cincelados;
• porque, oh gran Rey, tu manifestación de gloria siempre fue nuestro santuario eterno.
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• La Biblia constata: Veneno de áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura.
• Sus pies se apresuraron para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz.
• Oh Santo de Israel, nos diste un nuevo nacimiento, habiendo hecho de nuestros pecados sepultura;
• para guardarnos en tu perfecta santidad . 
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• La Biblia enseña: Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. 
• Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
• Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo, Tú nos has dado la Sagrada Palabra más profética;
• y en sus mandamientos,  está celosamente nuestra obediencia, oh Señor, para morar contigo en la gloria celestial.
•                         Paz de Cristo