- Oh Cordero inmolado,
- ¿eran autosuficientes los que te vituperaban y escarnecian en el execrable sacrificio de la cruz del Calvario?
- Y fue vilmente blasfemado;
- pero Él no abrió su boca; porque no le importó otra cosa, sino mostrar para redención del mundo su glorioso santuario.
- Oh Santo de Israel,
- naciste en el eterno palacio de Belén, para enseñarnos las buenas nuevas de salvación eterna.
- Porque con tu majestuosa piedad, oh Señor, nos has dado provisión de fe;
- para que así nuestra alma no se pierda.
- Oh Sumo Alfarero,
- la gran fragilidad del vaso moldeado en tu rueda,
- nos da el sustento de gloria para el día postrero;
- y nada ni nadie evitará a tus genuinos siervos estar siempre en tu presencia.
- Oh Alto y Sublime,
- la mentira se mimetiza en el fingimiento de la verdad.
- Y has de ser del Evangelio un heraldo firme;
- para que tu gozo, oh Rey de la gloria, sea del adorador una inexpugnable fortaleza de eternidad.
- Oh Soberano Salvador,
- confiamos en tu eterno poder.
- Y no haremos tus consagrados discípulos, oh Rey de reyes, ninguna obra sin amor;
- porque tu gloria anhelamos ver.
- Paz de Cristo
miércoles, 6 de octubre de 2021
MI AUTOSUFICIENCIA, NO OBRA TU VOLUNTAD, OH CRISTO
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