- Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda;
- Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.
- Te acercaste el día que te invoqué; dijiste; No temas.
- Oh mi Cristo, cuando la iniquidad del hombre es furibunda,
- y se exacerba el espíritu de los malignos;
- sólo Tú, oh Señor, nos librarás de sus letales saetas.
- Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
- Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa.
- Has visto toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí.
- Oh Cristo de la gloria, únicamente en tu nombre que es sobre todo nombre se dio la gloriosa respuesta, para restañar mi purulenta herida.
- Ya del abismo pendía; pero me libertó tu gracia.
- Y fue la resplandeciente estrella de la mañana, en un día inopinado, la que me revistió de su admirable luz al fin.
- Has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí;
- los dichos de los que contra mí se levantaron, y su designio contra mí todo el día.
- Su sentarse y su levantarse mira; yo soy su canción.
- Oh Cristo Jesús, Tú eres el principio y el fin;
- únicamente el auténtico siervo es el que en tu santo nombre se gloría;
- porque ha interiorizado tu majestuoso perdón.
- Dales el pago, oh Jehová, según la obra de sus manos.
- Entrégalos al endurecimiento de corazón; tu maldición caiga sobre ellos.
- Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Jehová.
- Oh Rey de la gloria, en tu grandiosa misericordia, únicamente permanecen tus siervos amados.
- Y a todos los erráticamente pérfidos,
- el lago de fuego y azufre los consumirá.
- Paz de Cristo
sábado, 11 de noviembre de 2023
LAMENTACIONES 3:55-57 EN CRISTO
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