PROVERBIOS 12:1,2 EM CRISTO

• El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante. 
• El bueno alcanzará favor de Jehová; mas él condenará al hombre de malos pensamientos. 
• Oh mi Cristo, en el corazón de tus siervos está latente,
• el prodigio que se manifiesta, oh Señor, con tus encriptamientos.
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• El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos no será removida.
• La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos. 
• Oh Cristo Jesús, Tú eres el pan de vida,
• que sustenta a tus elegidos siervos.
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• Los pensamientos de los justos son rectitud; mas los consejos de los impíos,  engaño.
• Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre; mas la boca de los rectos los librará. 
• Oh Santo, 
• en el juicio postrero, tu infalible balanza nuestro corazón pesará. 
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• Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme.
• Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado. 
• Oh Hijo del Hombre, cual es el magistral cincel que tu prodigiosa creacion esculpe;
• porque es preciso y precioso su universal trazado. 
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• Más vale el despreciado que tiene servidores, que el que se jacta, y carece de pan.
• El justo cuida la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.
• Oh Cristo Altísimo, los que con tu soberanía toda cuestión zanjan,
• son los que ven con los ojos de la fe.
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• El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. 
• Codicia el impío la red de los malvados; mas la raíz de los justos dará fruto.
• Oh gran Dios, tu bíblico mandamiento,
• es preceptivo en grado sumo. 
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• El impío es enredado en la prevaricacion de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación. 
• El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y le será pagado según la obra de sus manos. 
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, es tu omnisciente percepción;
• y por tanto irrefutable, de que por gracia; y no sólo por nuestras piadosas obras podremos ser salvos. 
•           Paz de Cristo