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domingo, 19 de noviembre de 2023

LAMENTACIONES 4:1,2 EN CRISTO

  • ¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
  • Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro, ¡Cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos del alfarero!
  • Oh mi Cristo, tus auténticos siervos son los más celosos predicadores;
  • y persuadirán al que aún puede creer, dejando atrás su obscurantismo inconverso. 

  • Aun los chacales dan la teta, y amamantan a sus cachorros; la hija de mi pueblo es cruel como los avestruces en el desierto.
  • La lengua del niño de pecho se pegó a su paladar por la sed; los pequeñuelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.
  • Oh Señor Soberano, 
  • nadie sino Tú, podrá de los inocentes apiedarse.

  • Los que comían delicadamente fueron asolados en las calles; los que se criaron entre púrpura se abrazaron a los estercoleros. 
  • Porque se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías.
  • Oh Rey de reyes, los primeros será postreros, y los postreros primeros;
  •  en tu eternidad las noches se vuelven días. 
  •               Paz de Cristo 

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