- Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.
- Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley.
- Porque yo también fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre.
- Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
- Oh mi Cristo, el gran privilegio de recibir el bautismo en tu santo nombre, transformó a tu genuino siervo en una nueva criatura.
- Y esta es tu verdadera grey,
- la que fervientemente, oh Señor, se dispuso a amarte,
- para vivir en santidad.
- Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
- no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
- Oh Rey de la gloria,
- el discípulo con desmesurada fe, en tu majestuoso nombre siempre se gloriará.
- Sabiduría ante todo adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
- Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
- Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará.
- Oh Cristo Altísimo, gloriosa es tu presencia,
- para el auténtico heraldo,
- que hasta lo último de la tierra tu santo nombre exaltará.
- Oye, hijo mío, y recibe mis razones, y se te multiplicarán años de vida.
- Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar.
- Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, y si corrieres, no tropezarás.
- Oh Santo de Israel, que tus gloriosos mimbres, sean el sustento de mi alma bendecida.
- Y porque más bienaventurado es dar;
- en la hipocresía farisaica del mundo nunca andarás.
- Paz de Cristo
domingo, 26 de noviembre de 2023
PROVERBIOS 4:1-4 EN CRISTO
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