- ¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?
- En las alturas junto al camino, a las encrucijadas de las veredas se para;
- en el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces:
- Oh hombres a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres.
- Oh mi Cristo, el discípulo virtuoso tiene que ir asido insoslayablemente a la excelencia.
- ¿O se ensaya para seguir tus benditos pasos otra formula?
- Apartando las arbitrariedades soeces;
- únicamente nos persuadirá, oh Señor, loarte con gloriosas bendiciones.
- Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura.
- Oíd, porque hablaré cosa excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas.
- Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios.
- Justas son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida.
- Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría.
- Oh Rey de reyes, ¿podremos añadir nosotros un palmo a nuestra estatura?
- Sed doctos para entender el infalible cumplimiento de las bíblicas promesas.
- O tal vez grandiosos sabios, para escudriñar la sagrada promesa por el Señor Omnipotente bendecida;
- y en la que exultante, nuestra alma se gloría.
- Recibid mi enseñanza, y no plata; y ciencia antes que el oro escogido.
- Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
- Yo, la sabiduría, habitó con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos.
- El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco.
- Oh Rey de la gloria, a tus genuinos discípulos has bendecido;
- porque tenemos el gran privilegio de adorar tu bendita presencia.
- Y la bienaventurada esperanza, oh Señor, has derramado sobre tus verdaderos siervos,
- para que te sigan por las angostas trochas de lo eterno.
- Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder.
- Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia.
- Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra.
- Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.
- Oh Santo de Israel, el eterno saber,
- es manifiesto en la enseñanza bíblica.
- Y es por la provisión de tu excelsa diestra,
- donde de gracia los probos heraldos se gustan.
- Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia.
- Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; y mi rédito mejor que la plata escogida.
- Por vereda de justicia guiaré, por medio de sendas de juicio,
- para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que yo llene sus tesoros.
- Oh Hijo del Hombre, lo antagónico de la sabiduría es la estulticia;
- Y siempre abogaremos por la primera, que es de gracia bendecida.
- Y al inquirir en la Sagrada Escritura, obtendremos tan grandioso beneficio,
- que nos llevará al paraíso de los aposentos eternos.
- Paz de Cristo
martes, 28 de noviembre de 2023
PROVERBIOS 8:1-4 EN CRISTO
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