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martes, 28 de noviembre de 2023

PROVERBIOS 7:1,2 EN CRISTO

  • Hijo mio, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos. 
  • Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como la niña de tus ojos.
  • Oh mi Cristo, grandiosos son tus bíblicos preceptos,
  • para los genuinos discípulos consagrados.

  • Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.
  • Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, y a la inteligencia llama parienta;  
  • para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras. 
  • Oh Cristo Jesús, es nuestra humana percepción,
  • la que hace una distorsión espuria,
  • que desvirtúa por ignorancia las Escrituras Sagradas. 

  • Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía, 
  • vi entre los simples, consideré entre los jovenes, a un joven falto de entendimiento,
  • el cual pasaba por la calle, junto a la esquina, e iba caminando a casa de ella,
  • a la tarde del día, cuando ya oscurecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche.
  • Oh Santo de Israel, el pagano que en tu majestuoso nombre no se gloría,
  • es porque su ínfima espiritualidad obra a destiempo;
  • y da prioridad al obsceno ocio del obsolescente.

  • Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón. 
  • Alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa; 
  • unas veces están en la calle, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas.
  • Oh Hijo del Hombre, de gracia concederias el perdón,
  • al que con arrepentimiento su espíritu quebranta,
  • desposeyéndose de tales lascivias.
  •                Paz de Cristo 

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