- Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido; mira, y ve nuestro oprobio.
- Nuestra heredad ha pasado a extraños, nuestras casas a forasteros.
- Oh mi Cristo,
- danos la inmarcesible santidad de tus adoradores postreros.
- Huerfanos somos sin padre; nuestras madres son como viudas.
- Nuestra agua bebemos por dinero; compramos nuestra leña por precio.
- Oh Cristo Jesús, ávidos estamos en nuestra vida de tus misericordias;
- Tú eres nuestro Señor en todo tiempo.
- Padecemos persecución sobre nosotros; nos fatigamos, y no hay para nosotros reposo.
- Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.
- Oh Altísimo Jesucristo, nada seríamos sin tus buenas nuevas de salvación eterna. Y es en este inconmensurable universo;
- donde resplandeciente como el mediodía, anhelas dar a nuestras almas tu excelsa gloria simpar.
- Nuestros padres pecaron, y han muerto; y nosotros llevamos su castigo.
- Siervos se enseñorearon de nosotros; no hubo quien nos librase de su mano.
- Oh Hijo del Hombre, Tú eres inmensamente piadoso,
- habiéndonos redimido del demoníaco y letal pecado.
- Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan ante la espada del desierto.
- Nuestra piel se ennegreció como un horno a causa del ardor del hambre.
- Oh Santo de Israel, fue tu muerte, y muerte de cruz, la que nos dio gracia para traspasar el umbral del cielo,
- y morar contigo, oh Rey de la gloria, eternamente.
- Paz de Cristo
lunes, 20 de noviembre de 2023
LAMENTACIONES 5:1,2 EN CRISTO
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