- Violaron a las mujeres en Sion, a las vírgenes en las ciudades de Judá.
- A los príncipes colgaron de las manos; no respetaron el rostro de los viejos.
- Llevaron a los jóvenes a moler, y los muchachos desfallecieron bajo el peso de la leña.
- Oh mi Cristo, tu pueblo nunca olvidará,
- a las viles hordas de perversos,
- con la asolación como perniciosa enseña.
- Los ancianos no se ven más en la puerta, los jóvenes dejaron sus canciones.
- Cesó el gozo de nuestro corazón; nuestra danza se cambió en luto.
- Oh Rey de reyes,
- de gracia reciben, los que arrostran el devenir enjuto.
- Cayó la corona de nuestra cabeza, ¡Ay de nosotros! porque pecamos.
- Por esto fue entristecido nuestro corazón, por esto se entenebrecieron nuestros ojos,
- por el monte de Sion que está asolado; zorras anda por él.
- Bendícenos,
- antes de que fenezcamos en nuestros enojos,
- oh Santo de Israel.
- Mas tu, Jehová, permanecerás para siempre; tu trono de generación en generación.
- ¿Por qué te olvidas completamente de nosotros, y nos abandonas tan largo tiempo?
- Oh Sumo Alfarero, fe tenemos en tu sanación;
- clamamos a tu gracia, oh Señor, con renovado aliento.
- Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; renueva nuestros días como al principio.
- Porque nos has desechado; te has airado contra nosotros en gran manera.
- Oh Rey de la gloria, Tú eres nuestro único y glorioso frontispicio.
- ¡Sálvanos con tu clemente y excelsa diestra!
- Paz de Cristo
lunes, 20 de noviembre de 2023
LAMENTACIONES 5:11-13 EN CRISTO
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