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lunes, 6 de noviembre de 2023

LAMENTACIONES 2:1,2 EN CRISTO

  • ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor.
  • Destruyó el Señor, y no perdonó; Destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, humilló al reino y a sus príncipes.
  • Oh mi Cristo, ¿desconocía tu pueblo el principio de la sabiduría, que en el libro de los salmos se anuncia con primor?
  • Porque Tú, oh Señor, eres lento para la ira y grande en misericordia, como bíblicamente describes.

  • Cortó con el ardor de su ira todo el poderío de Israel; retiró de él su diestra frente al enemigo, y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor.
  • Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y destruyó cuanto era hermoso. En la tienda de la hija de Sion derramó como fuego su enojo.
  • Oh Santo de Israel, quisieron burlarte con la ignominiosa desobediencia y la falta de temor.
  • Desoyeron a su arrepentimiento; no tuvo jamás lugar, en su afán veleidoso.

  • El Señor llegó a ser como enemigo, destruyó a Israel; destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas, y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento.
  • Quitó su tienda como enramada de huerto, destruyó el lugar donde se congregaban; Jehová ha hecho olvidar las fiestas solemnes y los días de reposo en Sion, y el ardor de su ira ha desechado al rey y al sacerdote.
  • Oh Fiel y Verdadero, 
  • en tu esplendoroso resplandor, no cabe lo sórdido e indolente.

  • Desechó el Señor su altar, menospreció su santuario; ha entregado en mano del enemigo los muros de sus palacios; hicieron resonar su voz en la casa de Jehová como en día de fiesta. 
  • Jehová determinó destruir el muro de la hija de Sion; extendió el cordel, no retrajo su mano de la destrucción; hizo, pues, que se lamentara el antemano y el muro; fueron desolados juntamente. 
  • Oh Hijo del Hombre, todo trapo de inmundicia será devastado por tu excelsa diestra.
  • No le queda otra opción al que se escuda en su perversión; arrepentirse a tus pies, oh Señor, en un glorioso de repente. 
  •                       Paz de Cristo

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