Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, no oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espiritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Así que, consagraos a Dios por el Espíritu y apartaos del mundo.
Los que desde antes de la fundación del mundo, por el Rey de reyes fuimos escogidos; sacrificamos al hombre carnal en el bautismo y hemos sepultado a su ser moribundo.
Jesús, dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
¿Será que al Señor Soberano,
se le pueda eludir?
Tú solo eres el frágil barro del Alfarero; un ser por Él creado.
¿Cómo puedo medir mis precarios pasos, oh Señor Jesucristo,
para no transgredir tu Sagrada Palabra?
La gloriosa verdad te será revelada por el Santo Espíritu;
si al Rey de la gloria adora tu alma.
El fruto del Espíritu es: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre y templanza;
y dice la Palabra, que contra esto no hay ley.
Habremos de cumplir este bíblico precepto sin tardanza,
para ser auténticos siervos del gran Yo Soy.
No aceptéis en la exaltación al Señor de señores,
una predicación insolemne.
Y es que de gracia recibimos sus sagrados bienes.
Y en el santo sepulcro venció a la muerte.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario