Y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu.
Oh Señor, a los altivos los miras de lejos.
Sí, porque siendo Rey del universo, te hiciste el mayor siervo, oh Cristo,
dando un perfecto ejemplo de humildad a los que se jactaban de ser soberbios.
La conducta errática del pueblo elegido, oh Sumo Fornador,
presagiaba un destino sin horizonte.
Y es que, oh Fiel y Verdadero, hicieron un desmesurado desdén de tu grandioso amor,
para persistir en la vileza más flagrante.
Contender de tú a tú con el Todopoderoso,
es llevar al límite la depravación.
Y distorsionaron la santidad con el pensamiento veleidoso,
de su pétreo corazón.
Oh Jehová, nunca entendieron tu edénico propósito de tierra prometida,
donde manaba leche y miel.
Y la primigenia y radiante idea fue obscurecida,
por el atrabiliario pueblo infiel.
El conocimiento del Invisible,
lo sostuvo el remanente con glorias excelsas.
Y el tabernáculo sagrado se erigió invencible,
para las almas eternas.
Paz de Cristo
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