Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
La lengua por sí sola desata una contaminación virulenta.
Y puede llegar con su desenfreno,
a desencadenar una inicua guerra.
El Sumo Creador, nos concibió con la capacidad de hablar,
que en sí mismo es un auténtico desafío.
Y acerca de lo que se ha dicho, al final nos tocará reflexionar,
por si se ha deslizado más de un desatino.
La Palabra Sagrada es el súmmum de la sabiduría,
y expresa en sus versículos toda la omnisciencia del pensamiento eterno.
El resplandor de su belleza es el radiante mediodía,
que viste con su gloria el cielo.
En el tercer cielo se oyen palabras inefables,
que al ser humano no le son posible comunicar, oh Señor Jesucristo.
Son sagradas expresiones irreproducibles,
dichas por el Santo Espíritu.
Qué sea Shalom la palabra que dé inicio y finalice tu fraternal mensaje,
en el nombre de Jesús.
Y que Él sea el que lo propicie,
para convertir a las almas con su admirable luz.
Paz de Cristo
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