Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Si tú obras en el nombre del Señor Jesucristo, del cielo recibirás gracia.
Y no te volverás a lo profano,
que es el obscuro hoyo de la falacia.
Persisten reminiscencias del viejo hombre,
que todavía padece la nueva criatura en Cristo Jesús.
Aún es posible limar la herrumbre,
del corazón no circuncidado en su totalidad, oh Señor, por tu admirable luz.
La asechanza del maligno está siempre presente,
en el siervo que se rindió a los pies de Cristo.
Pero toda animadversión en el creyente,
es vencida por la oración en el Espíritu.
Jesús, dijo: He aquí, yo os envio como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.
Blindadas están vuestras almas;
y ante la maldad, toda bendición de lo alto las protegerá.
Nadie ha de estar sobrecogido;
si ama al Sumo Redentor.
Y has de saber, que solo lo excelente de Él has recibido,
para que en tu ser fluya la paz y el amor.
Paz de Cristo
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