ACTIVAR LA FE, ES DEJAR QUE TU VOLUNTAD SE CUMPLA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
• Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
• Oh mi Cristo, sin obedecer a tu santa voluntad, todos los planes de la humanidad se frustran.
• Y es que, tus siervos cuentan con el privilegio, oh Señor, de ver por el Espíritu lo que el mundo no ve.
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• La Biblia enseña: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
• Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
• No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 
• Oh Altísimo Jesucristo, del alma bienaventurada, 
• será su devenir la senda angosta;
• porque su alma no fluctua, cuando te profesa la excelencia del amor.
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• Oh Santo de Israel, 
• con el disfraz de la impostura, se está predicando en las congregaciones el Evangelio de la gracia.
• Porque tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz, oh Señor, obedece al que persevera enfáticamente en la predicación Cristocéntrica, por fe y para fe;
• pero obra contrariamente, sobre el que en la obscuridad de su silencio, con el mayor escarnio la obvia.
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• Oh Alto y Sublime, 
• el perfecto adorador, únicamente a tu excelsa voluntad ha de estar asido.
• Porque en la Sagrada Palabra, es donde el pensamiento y la intención del más engañoso corazón, su majestuosa luz  discierne, 
• para dar cumplimiento al eterno principio bíblico.
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• Oh gran Yo Soy, 
• de esta carne caída, has hecho nuevas criaturas. 
• Pero, oh Rey de la gloria, para ti un día son mil años, y mil años son como el día de hoy.
• Necesitados estamos de tus eternas indulgencias, para que la sabiduría de lo alto, nos dé el conocimiento santísimo de las Sagradas Escrituras. 
•              Paz de Cristo