- Oh Sumo Redentor,
- del execrable sacrificio en la cruz del Calvario, habla tu denodado esfuerzo.
- Y a la humanidad, le cuesta sobremanera asumir el excelso amor,
- en tu espíritu, alma y cuerpo.
- Oh Sumo Hacedor,
- la insólita ofrenda dada al ser humano,
- se centró, en que del planeta tierra fuera su administrador;
- y que por todos sus hechos iba a ser juzgado.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
- Y en la Biblia quedó escrito, que el que creyere en tu majestuoso nombre,
- sería por siempre salvo.
- Oh Santo de Israel,
- seguir tus sagradas huellas es imposible para la humanidad.
- Pero por el don de la fe,
- si podemos ser revestidos, en mayor o menor medida, de su gloriosa espiritualidad.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú asegúraste, que a los tibios los vomitarías de tu boca.
- Has de tener presente, que aún puede ser un hijo de luz,
- el que guarda la Sagrada Palabra, oh Señor, y tu santo nombre invoca.
- Paz de Cristo
martes, 8 de noviembre de 2022
LA MEDIOCRIDAD DEL SER HUMANO, ES DIAMETRALMENTE CONTRARIA A TU GLORIA, OH CRISTO
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