SÉ RECEPTIVO A LA PUREZA EN CRISTO

• La Biblia dice: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 
• Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducios en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros días por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios. 
• Oh mi Cristo, con tu santuario eterno fue el nuevo pacto;
• y recibimos su gracia, para ser sus perfectos y genuinos siervos consagrados.
• 
  
• Oh Sumo Redentor, 
• deudores somos de tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario. 
• Y vimos la gloriosa pureza de tu excelso candor, 
• la cual nos redimió del abyecto pecado.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• tus mimbres invulnerables nos dan protección sobre toda ignominia. 
• Y nada nos apartará de tu sagrado sendero,
• que nos llevará hasta la gloria santísima. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• en nuestra carnalidad, es imposible que acontezca la conducta de excelencia. 
• Y será en el Lugar Santísimo, 
• donde nos postraremos con el espíritu quebrantado, oh Señor, ante tu presencia. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• nunca podremos agradarte con nuestra dura cerviz.
• Pero en el santo nombre de Jesús, a toda obscuridad su poder doblega;
• para que tu eterno legado, de nuestra alma sea bendita raíz.
•                   Paz de Cristo