- Oh mi Cristo,
- la unción es un regalo del reino celestial.
- Y al siervo que tiene comunión con el Santo Espíritu,
- se le multiplica de forma exponencial.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú protección no nos falta a lo largo de nuestra existencia.
- Pero si alguno de tus siervos descuida la unción, es su mayor tropezadero;
- porque hace desdén de la espiritual excelencia.
- Oh Santo de Israel,
- de la huella de tus pisadas emanaba sublime unción.
- Y es que, radiante es el alma del que en tu glorioso nombre tiene fe,
- oh Rey de la gloria, para ser hacedor de bendición.
- Oh Sumo Hacedor,
- al contemplar la perfección del universo, nos rendimos ante tan excelsa creación.
- Y porque nuestro precario entendimiento no logra asumir el grandioso amor,
- oh Eterno, que guarda tu majestuosa unción.
- Oh Cristo Redentor,
- ¿tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz, ha concernido de sobrenatural unción a la humanidad?
- Seguro que la exigua disposición del ser humano, es la antítesis de tu majestuoso amor;
- y lo pusiste por obra en tu Sagrada Palabra, oh Rey de reyes, para que la unción de gloria fuera tu santísima verdad.
- Paz de Cristo
viernes, 18 de noviembre de 2022
LA UNCIÓN SE LE MULTIPLICA AL FERVIENTE ADORADOR EN CRISTO
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