- Oh mi Cristo,
- dame provision de tu paz que sobrepasa todo entendimiento, para ser de bendición a las almas erráticas.
- Oh Santo Espíritu,
- echa fuera de mí la gravosa indiferencia, que revierta en evangelizar al que se sienta zarandeado por una mente idolátrica.
- Oh Alto y Sublime,
- anatema es inclinarse ante las estatuas.
- Y es que, toda reverencia infame,
- se práctica procesionandolas.
- Oh Cristo Altísimo,
- pensar que tu santa presencia está en una imagen, es un obscurantismo profano.
- Porque, oh Señor, tu Santo Espíritu,
- fue el que, en el día de Pentecostés, se derramó del cielo sobre el aposento alto.
- Oh Cristo Jesús,
- danos por siempre de tu gloriosa gracia.
- Y seremos aprobados hijos de luz,
- para predicar la Sagrada Palabra.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- apártanos de toda sórdida idolatría.
- Para que la adoración al Eterno,
- sea del alma que fervientemente en Él se gloría.
- Paz de Cristo
domingo, 6 de noviembre de 2022
SÉ UN DISCÍPULO APROBADO EN CRISTO
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