- Oh mi Cristo,
- tus siervos son inexpugnables si ponen por obra la Sagrada Palabra.
- Y la verdad del Santo Espíritu,
- nos encamina indefectiblemente por la senda bendita.
- Oh Cristo Redentor,
- reflejo de tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz, nos ha de acontecer, para que nuestra vida sea santa.
- Y porque excede de todo conocimiento, oh Rey de reyes, tu excelso amor;
- no nos resta, sino darte toda la gloria cada mañana.
- Oh Cristo Jesús,
- quienes no te ofrendan adoración, no vivifican su atribulado espíritu.
- Porque como el mediodía, oh Rey de la gloria, es el celestial fulgor de tu inmarcesible luz,
- oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Oh Sumo Alfarero,
- del polvo de la tierra nos hiciste, para que se manifestara tu gloria.
- Y por su torpeza; no ha lugar al que se postro a tus pies como siervo,
- para extraviarse de la eterna victoria.
- Oh Santo de Israel,
- la santificación de las almas,
- viene dada por la sobrenatural fe,
- que nos guarda irremisiblemente de las obscuridades profanas.
- Paz de Cristo
jueves, 17 de noviembre de 2022
TU ILIMITADA FORTALEZA ESTÁ EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario