- La Biblia enseña: Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
- Pero si sos guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
- Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, irás, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templaza; contra tales cosas no hay ley.
- Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
- Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
- Oh mi Cristo, tu camino es vida, y el del mundo es camino de muerte.
- Erráticos andábamos antes en nuestras concupiscencias, y hasta el recuerdo de tales ignominias aborrecisteis,
- por ser antagonista de lo que pensáis hoy.
- Por la Sagrada Palabra fuimos engendrados;
- y no por obra de varón,
- sino por la excelsa diestra del gran Yo Soy.
- Ningún trapo de inmundicia, traspasará el umbral de tu gloria, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo;
- porque solo los santos, serán sus moradores dignos.
- Oh Eterno,
- Tú dijiste: Sed santos, porque yo soy santo.
- Y es que, nada suplirá a la gloriosa unción del cielo,
- oh Señor, para ser de tu gloria salvo.
- Oh Santo,
- gracias te damos por ser tus genuinos hijos.
- Y no otra, sino la sabiduría de lo alto,
- nos ha hecho discípulos benditos.
- Oh Fiel y Verdadero,
- presérvanos de todo mal.
- Y que tu majestuosa gracia sea nuestro asidero,
- para poder ver tu santa faz.
- Oh Sumo Hacedor,
- cautivos somos de la excelsa gloria.
- Y concernidos por tu eterno amor,
- oh Rey de reyes, seremos coronados en victoria.
- Paz de Cristo
domingo, 20 de noviembre de 2022
QUE TU ÚNICA DIRECCIÓN SEA EL FRUTO DEL ESPÍRITU EN CRISTO
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