Oh Cristo, nos diste revelación de la Palabra,
que es manifiesta en tu Luz.
Contrario es el anatema,
a la Divinidad en su plenitud.
Oh Señor Jesucristo, la fe
es por el oír, y el oír la Palabra.
Tú eres el Espíritu, que no se ve;
para ser Redentor, del que te ama.
Oh gran Yo Soy, Tú eres el Alfa y la Omega.
Y única comunión de Vida Eterna, con tu Santa Iglesia.
El Padre del Cielo, el Eterno Cetro de Unicidad guarda.
Y en el Misterio de la Piedad, se manifestó como Hijo del Hombre, de naturaleza humana; para Salvación, de quien en Él crea.
Oh Cristo Jesús, en las tentaciones del maligno,
Luz fuiste de Sagrado Templo.
En tu Palabra, hemos definido nuestro Celestial camino.
Y con desvelo servimos al que siendo Rey, se convirtió en el Inmolado Cordero.
Oh Rey de reyes, Tú vendrás,
para darnos Vida en la Jerusalén Eterna.
Y no te postrarás,
sino a los pies del Señor Jesucristo; que es el Creador del Universo, y en su Reino por la Eternidad reina.
Paz de Cristo
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