Oh Cristo, tu presencia
es bendición que nos ampara.
Hermanos, unidos estamos en la distancia;
para vivir, por fe, la buena batalla.
Clamamos al Santo Espíritu,
con plegarias en nuestro favor.
Anunciando a nuestro Cristo,
que es el único Señor.
Los ángeles son un viento protector,
que desde el Cielo
nos envía el Redentor,
y guardados seremos en su poder inmenso.
Salvaremos toda asechanza del maligno,
si invocamos a Cristo Jesús;
porque sólo Él a las tinieblas puso término,
con su refulgente Luz.
Póstrate a lo pies del Rey de reyes,
y clámale con el corazón contrito;
porque si tu verdaderamente te humillares,
no te despreciara nuestro Señor Jesucristo.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario