Oh Cristo, tu Reino nos fue acercado,
para libertar al pecador.
Si no ocultas tu pecado;
y con un corazón arrepentido, te butizas en el Nombre de Jesús, el Señor de señores es tu gran perdonador.
Oh Señor Jesucristo, las cosas viejas pasaron,
todas son hechas nuevas.
Ante el Fiel y Verdadero, todos sus hijos se postraron;
y en las plegarias, alababan tus indulgencias.
Oh Cristo Jesús, no hiciste acepción de personas,
al conceder la Salvacion.
Tu admirable Luz, venció a las tinieblas;
y del irreprensible converso, fue la Santa Unción.
Oh Rey de reyes, para que se cumplieran las Escrituras,
tocaste fondo en tu humillación.
El gozo en la atormentada tortura, no ofreció fisuras;
y en el cruel Sacrificio, nada hizo sombra a tu Santo perdón.
Oh Altísimo, tu Espíritu de Resurrección,
dio resplandor al Universo.
La exponencial bendición,
se ha preservado en tu Palabra, desde la Eternidad y hasta la Eternidad, en la Gloria de su Santísimo Verso.
Paz de Cristo
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