Cada una de tus palabras
son de condenación o salvación en Cristo.
Oh Señor, tu Palabra edifica almas
en la infalibilidad del Santo Espíritu.
El lenguaje espiritual
es concernido en el pensamiento de Jesús;
y emana de lo sobrenatural,
que manifiesta, oh Salvador, tu admirable Luz.
Las palabras de maldad,
están inmersas en los tuétanos del ser humano.
Huyamos del oprobio; y exaltemos en Cristo su inconmensurable Verdad,
que salvaguarda de lo mundano.
Oh Señor Jesucristo, de los que contigo fueron crucificados, el buen ladrón
anuncio con sus palabras tu Reino;
y al instante, la misericordia de tu corazón
le concedió el Paraíso Eterno.
Jesucristo,
siempre habló con Excelencia;
y bautizó con el Espíritu,
al que se vistió con la Santa Doctrina de la Inocencia.
Paz de Cristo
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