LAS TINIEBLAS DEL MALIGNO, SON LUZ EN CRISTO

Oh Cristo, te hiciste carne de pecado,
voluntariamente en la cruz, 
hasta al maligno derrotar. 
El Santo Sacrificio del Cordero Inmolado, 
justificó nuestro pecado; y al corazón sanó todas las heridas, para sentir el gozo de amar.

Oh Señor Jesucristo, bajaste a lo profundo del seol, 
para dar Vida a la muerte. 
Y tu Santidad, las Buenas Nuevas publicó
al inconverso impenitente. 

Oh Señor Jesús, tu Diestra del Universo 
es Soberana. 
Luz que forjó el Paraíso;
y proscrito fue el maligno en su tiniebla. 

Oh Señor de señores, el Santo Espíritu de poder, 
descendió en lenguas de fuego. 
Y la Unción del Evangelio, hizo creer
al que se bautizó en el Nombre de Jesús, para de su poder ser revestido. 

Oh Rey de reyes, por el privilegio de ser salvo,
se hará visible en los Cielos mi nombre.
Nada me separará de tu Santa mano;
ni lo alto, ni lo profundo. Y en Vida Eterna se convertirá la muerte inmisericorde. 
                       Paz de Cristo