De un linaje Santo eres fruto,
y tu semilla excelente fue sembrada en tierra estéril.
Sólo la Gloria de Cristo,
guarda la Vida en su Palabra fértil.
Oh Cristo Jesús,
en vino se convirtió el agua;
cuando tu Luz,
hizo la gestación más milagrosa en la tinaja.
El fruto del Espíritu,
te genera la necesidad de llevar almas
a los pies de Cristo,
y serán por su fragante Santidad cautivas.
El Santísimo fruto nació en Belén.
La Todopoderosa simiente
fue el Amén.
fue el Amén.
Y se arrodilló el Universo en reverente
adoración, desde Oriente hasta Occidente.
Oh Señor Jesucristo, nos has dejado la semilla,
de Sagrada Salvación.
Será regada con las lágrimas del corazón, que quebrantado se humilla;
para ofrendarte, oh Salvador, el fruto de nuestra vida, y nos concedas el Eterno Perdón.
Paz de Cristo
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