EL MALIGNO DISTORSIONA Y CANALIZA LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS EN CRISTO

• Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
• Yo, la luz, he venido al mundo, para todo aquel que cree en mí, no permanezca en tinieblas.
• Oh mi Cristo, nuestra bienaventurada  esperanza, en tu majestuoso nombre se forjó;
• y te guardaremos fidelidad, en las más angostas sendas. 
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• Jesús, enseña: Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 
• El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. 
• Y es que, en tu rueda has transformado con excelsa pericia mucho vaso moribundo, 
• oh Sumo Alfarero. 
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• Jesús, enfatiza: Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
• Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho. 
• Oh Sumo Redentor, más que Tú, nadie nos podrá amar;
• porque en la cruz del Calvario, redimiste el execrable pecado de toda la humanidad; al habernos reconciliado con el Padre, en el más abominable sacrificio.
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• Jesús, asevera: Aún por un poco está la luz entre vosotros, andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. 
• Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. 
• Oh Sumo Salvador, grandioso e inconmensurable será ver tu santa faz.
• Pero esto solo sucederá; si agradas al Todopoderoso, con tu santidad en plenitud.
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• Oh gran Yo Soy, 
• tu ferviente deseo es nuestra salvación. 
• Sin embargo, no será salvo:
• el que se postre a mis pies, hoy;
• y luego, lo ponga en entredicho, con su engañoso y fluctuante corazón. 
•                  Paz de Cristo