- Jesús, dijo: Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
- Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
- Oh Alto y Sublime, mi resplandor de gloria, es para que sea quitada tu humana opacidad, y meridianamente veas;
- y así podrás abrir las puertas del cielo eterno.
- Jesús, enseña: A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- Oh Cristo Jesús, Tú nos has concernido en tus gloriosos desvelos,
- para llegar a la estatura del varón perfecto, como genuinos e irreprensibles siervos.
- Jesús, enfatiza: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
- El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
- Oh Santo de Israel, Tú eres el principio y el fin;
- y nadie fuera de ti nos salvará.
- Jesús, confirma: Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
- Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
- Y es que, en la doctrina de Unicidad, al Altísimo Señor Jesucristo hemos de glorificar,
- por habernos revelado su majestuoso nombre.
- Jesús, asevera: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
- Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
- Oh Rey de la gloria, únicamente el que persevere hasta el fin,
- morará en el cielo juntamente contigo.
- La Biblia constata: Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
- Yo anuncié, y salvé, he hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
- Oh Rey de reyes, en ti a puesto los ojos; el que por fe, bienaventurada esperanza tiene.
- Y es que, el Señor busca adoradores, que con gran fervor a sus pies estén eternamente postrados.
- Paz de Cristo
domingo, 6 de marzo de 2022
EL TEMOR A LA MUERTE, LO HA SUPLIDO TU ETERNA RESURRECCIÓN, OH CRISTO
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