- Oh mi Cristo,
- la espiritual percepción de tu eterna plenitud,
- se vivifica en tu Sagrado Escrito;
- porque de él emana, oh Señor, tu inaccesible luz.
- Oh Cristo Redentor,
- abominable fue tu sacrificio en la cruz del Calvario.
- Y de la indolente humanidad, nadie pensó que tu muerte fuera por amor;
- y es que, su trascendencia revirtió en la vida eterna del glorioso santuario.
- Oh Cristo Jesús,
- porque no es lo que yo quiero ser, sino lo que Tú quieres que yo sea.
- Sí, la obscuridad en mi endurecido corazón es la ausencia, oh Rey de la gloria, de tu majestuosa luz.
- Y como el tamo que se lleva el viento es el errático ser humano sin tu bendita presencia.
- Oh Soberano Señor Jesucristo,
- perseveraremos en tus preceptos bíblicos, para perfeccionar nuestra alma.
- Y a toda verdad nos llevará el Santo Espíritu,
- para que nuestro galardón sea la eterna morada.
- Oh Santo de Israel,
- un gran misterio es nuestra percepción de la eternidad.
- Y por haber recibido el don de la fe,
- testificaremos a toda criatura la santísima verdad.
- Paz de Cristo
domingo, 27 de marzo de 2022
NO ES LO QUE VEAS, OIGAS, GUSTES, HUELAS O PALPES, SINO LO QUE SIENTES EN CRISTO
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