- Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
- Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
- Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
- Oh mi Cristo, quebrantados estamos de espíritu, para que perdones nuestra ignominia.
- A tus pies, oh Señor, estamos postrados;
- y con el corazón arrepentido, pidiéndote clemencia por nuestros pecados.
- La Biblia dice: Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de como yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y alabanza del pueblo en fiesta.
- ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.
- Oh Santo de Israel, Tú eres nuestra roca: la inexpugnable fortaleza.
- Y es que, únicamente en tu glorioso nombre confío.
- La Biblia constata: Dios mío, mi alma está abatida en mí; me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, y de los hormonitas, desde el monte de Mizar.
- Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
- Pero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, solo a ti he de amar,
- porque Tú eres mi perfecto fin;
- y tu santo nombre, mi alma la sed apacigua.
- La Biblia enfatiza: Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
- Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
- ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.
- Oh Soberano Señor Jesucristo,
- al cielo clamamos tus hijos consagrados;
- porque tu santo nombre, es nuestro eterno paraíso.
- Oh Alfa y Omega,
- sin tu presencia nada somos.
- Y con la gracia recibida, superaremos toda prueba;
- porque en el camino angosto, hasta el fin perseveraremos.
- Paz de Cristo
lunes, 21 de marzo de 2022
SALMO 42:1-3 EN CRISTO
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