GUARDA TU CORAZÓN EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• haz accesible tu admirable luz, a la opacidad del escéptico corazón. 
• Derrama, oh Señor, sobre toda carne tu Santo Espíritu, 
• para que revierta en lo profundo del alma la celestial unción.
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• La Biblia dice: La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 
• Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 
• Oh Santo de Israel, sé que en el celo de mi santidad he de ahondar con ahínco,
• para aborrecer todos los insensatos antojos.
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• La Biblia enseña: El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son en verdad todos justos.
• Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y que la que destila el panal.
• Oh Alto y Sublime, esperamos en tu gran misericordia, para ser de todos los pecados eternamente absueltos,
• y traspasar del cielo su puerta sobrenatural.
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• La Biblia enfatiza: Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. 
• ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.
• Oh Rey de la gloria, siempre confiaremos en tu piadoso perdón;
• porque así, como nuevas criaturas renaceremos.
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• La Biblia constata: Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. 
• Sean gratos los dichos de mí boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
• Oh gran Yo Soy, con el corazón contrito y humillado, clamaremos hasta el fin por nuestra salvación;
• porque el más grandioso honor, será morar en la eternidad con el Altísimo Señor Jesucristo.
•                   Paz de Cristo