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domingo, 27 de marzo de 2022

SALMO 56:1,2 EN CRISTO

  • Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día. 
  • Todo el día mis enemigos me pisotean; porque mucho son los que pelean contra mí soberbia.
  • Oh mi Cristo, dame de lo alto sabiduría, 
  • para deshacer mi atrabiliaria conciencia. 

  • La Biblia dice: En el día que temo, yo en ti confío.
  • En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
  • Oh Cristo Jesús, el que en tu santo nombre cree, no le asalta el desvarío;
  • porque ha creído en el nombre que es sobre todo nombre. 

  • La Biblia incide: Todos los días ellos pervierten mi causa; contra mí son todos sus pensamientos para mal. 
  • Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, como quienes acechan a mi alma. 
  • Pésalos según su iniquidad, oh Dios, y derriba en tu furor a los pueblos. 
  • Oh Altísimo Señor Jesucristo, Tú nos ves desde la bóveda celestial.
  • Y prosperas al que tiene obediencia a tu Sagrada Palabra;
  • esto es, a tus genuinos siervos. 

  • La Biblia enfatiza: Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
  • Serán vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; esto sé, que Dios está por mí. 
  • Oh Alfa y Omega, solo en tu majestuoso nombre confío;
  • porque Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.

  • La Biblia enseña: En Dios alabaré su palabra; en Jehová su palabra alabaré. 
  • En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
  • Oh Soberano Señor, santificado por tu gracia seré;
  • porque raerá de mi alma, la perniciosa herrumbre. 

  • La Biblia asevera: Sobre mí, oh Dios, están tus votos; te tributaré alabanzas.
  • Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
  • Oh Fiel y Verdadero, Tú me has librado de la ignominia del maligno, y de sus infames asechanzas.
  • Tú, oh Señor, me has guardado con los bienaventurados, que en el santuario de gloria la paz del alma sienten.
  •                 Paz de Cristo 

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