- Oh mi Cristo,
- de todo mi en derredor soy invulnerable en tu glorioso nombre.
- Y es que, oh Santo Espíritu,
- no en vano creo en el Hijo del Hombre.
- Oh Cristo Jesús,
- a mi atribulado corazón, de forma inopinada llegó tu Sagrada Escritura.
- Y lo más importante fue, que de las tinieblas me llevaste a tu admirable luz,
- para convertirme en una nueva criatura.
- Oh Soberano Señor Jesucristo,
- de gracia hemos recibido ser tus genuinos siervos.
- Y no invocaremos tu santo nombre, sino por el poder del Espíritu;
- porque así el viento de Sion, se derramará en nuestro corazón desde los benditos cielos.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú eres la estrella resplandeciente de la mañana.
- Y será en el día postrero,
- cuando con tu majestuosa luz, des eterna salvación a nuestra piadosa alma.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- nada más Tú sabes el día y la hora del arrebatamiento de la Iglesia sin arruga y sin mancha.
- Y será por la espada de la Sagrada Palabra, que es el Espíritu;
- cuando los salvo nos regocijaremos, viendo tu faz santa.
- Paz de Cristo
viernes, 4 de marzo de 2022
TU FE TE HACE SER FIEL EN CRISTO
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