SALMO 68:1-3 EN CRISTO

• Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.
• Como es lanzado el humo, los lanzarás; como derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.
• Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría. 
• Oh mi Cristo, tus siervos nunca envilecen, 
• si están a ti consagrados;
• y es por lo que el alma, en tu santo nombre se gloría. 
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• La Biblia dice: Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos.
• Jehová es su nombre; alegraos delante de él. 
• Tu glorioso nombre, invocan profusamente tus siervos,
• oh Santo de Israel. 
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• La Biblia enseña: Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. 
• Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra seca. 
• Oh Cristo Jesús, nuestra alma será glorificada,
• si guarda obediencia a tu Palabra profética. 
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• La Biblia enfatiza: La tierra tembló; también destilaron los cielos ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. 
• Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad exhausta tú la reanimaste.
• Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
• Oh Alto y Sublime, Tú, siempre nos fuiste fiel;
• y aun nos amaste, 
• inmerecidamente. 
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• La Biblia constata: El Señor daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.
• Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, y las que se quedaban en casa repartían despojos. 
• Oh Rey de reyes, nuestra alma edificamos, con tus promesas eternas, 
• los que somos tus hijos probos.
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• La Biblia incide: Bien que fuisteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro. 
• Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí, fue como si hubiese nevado en el monte Salmón. 
• Oh Altísimo Señor Jesucristo, en ti siempre hemos confiado;
•  necesitados estamos de tu celestial provisión. 
•                  Paz de Cristo