DEUTERONOMIO 32:24,25 EN CRISTO

• Consumidos serán de hambre, devorados de fiebre ardiente y de peste amarga; diente de fieras enviaré también sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra.
• Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la doncella, al niño de pecho como al hombre cano.
• Oh mi Cristo, nada se antepone a tu excelsa diestra;
• porque hasta el ignoto universo cabe en tu mano.
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• La Biblia dice: Yo había dicho que los esparciría lejos, que haría césar de entre los hombres la memoria de ellos, de no haber temido la provocación del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano poderosa ha hecho todo esto, y no Jehová. 
• Porque son nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento. 
• Oh Alto y Sublime, ¿Quién te resistirá? 
• ¡Tú eres el Fundamento!
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• La Biblia enseña: ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, y se dieran cuenta del fin que les espera! 
• ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y Jehová no los hubiera entregado?
• Oh Alfa y Omega, 
• tu sobrenatural gloria únicamente la traspasará, el que sin desmayo haya seguido la senda del bienaventurado.
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• La Biblia costata: Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
• Porque de la vid de sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra; las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen.
• Oh Rey de reyes, 
• propicia es tu gran misericordia a los siervos aprobados, que a tu manifestación de gloria se someten. 
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• La Biblia enfatiza: Veneno de serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides.
• ¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?
• Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo su pie resbalará, porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresurará.
• Oh Señor de señores,
• de gracia derraman bendiciones los gloriosos cielos;
• y será, oh Señor, a tu amada Iglesia, sin arruga y sin mancha; la que con verdadero celo obedeció tu Sagrada Palabra, a la que  en el día postrero a sus nubes de gloria elevará.
•                  Paz de Cristo