- Oh mi Cristo,
- el amor es fingido cuando se somete a la obscura veleidad del maligno.
- Y solo el que ve por los ojos del Altísimo,
- dará el sobrenatural paso de quebrantarse en el Lugar Santísimo.
- Oh Cordero inmolado,
- Tú nos diste el amor que excede a todo conocimiento al redimir el pecado de toda la humanidad, humillándote hasta la muerte, y muerte de cruz.
- ¿Y tu gloriosa presencia a cuantos corazones ha santificado,
- teniendo el bíblico conocimiento, oh Señor, de que del mundo eres la luz?
- Oh Santo de Israel,
- tan prodigioso es tu eterno amor, que al tocar el borde de tu sagrado manto era manifiesta en ese instante de gloria la anhelada sanación.
- Porque inconmensurable es la fe,
- del que sustenta su vida en tu santo nombre de todo su corazón.
- Oh Sumo Hacedor,
- guárdanos de la mentira del diablo.
- Líbranos de la impía asechanza del desamor,
- que nos desnorta del camino sagrado.
- Oh Hijo del Hombre,
- tu muerte, sepultura y resurrección nos dio la celestial gracia.
- Y fue en la revelación de tu majestuoso nombre,
- donde encontramos la paz excelsa.
- Paz de Cristo
miércoles, 13 de julio de 2022
LA OPACIDAD DEL CORAZÓN SE SANA CON TU ADMIRABLE LUZ, OH CRISTO
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