- Oh mi Cristo,
- si Tú no quieres, nada cambia.
- Y el que solo es oidor, y no hacedor de tu precepto bíblico,
- oh Señor, no está en tu propósito de gloria eterna.
- Oh Cristo Redentor,
- ¿quién osará discurrir por la angosta senda de tu crucifixión?
- ¿Será, tal vez, algún abnegado adorador,
- a la sazón?
- Oh Cristo Jesús,
- Tú conoces a todos los que fingen amor en tu santo nombre.
- Y en su ambigua luz,
- son flagrantes impostores del Hijo del Hombre.
- Oh Alto y Sublime,
- mucho serán los llamados y pocos los escogidos.
- Y los que perseveren hasta el fin con actitud firme,
- estos traspasarán el eterno umbral de los bendecidos.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- después de tu gloriosa resurrección, a tus discípulos les recriminaste su incredulidad.
- Tú siempre les mostraste; no el camino de la carne, sino el del Espíritu;
- porque para que sean dignos de invocar tu majestuoso nombre, han de creer, oh Rey de la gloria, en tu única y santísima verdad.
- Paz de Cristo
domingo, 10 de julio de 2022
SALVOS SOMOS POR GRACIA, OH CRISTO
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